Todo en uno.
La necesidad de dotar a los talleres ocupacionales de unos espacios dignos y cómodos para los usuarios, junto con la dispersión en despachos de los diferentes departamentos de administración y el querer mejorar las condiciones habitacionales de los hermanos de San Juan de Dios, colaboradores fundamentales de Jesús Abandonado en su labor de ayuda al más necesitado, fueron las pesquisas iniciales para proyectar este edificio que se situará a continuación de la residencia, como complemento de la misma.
En la planta baja se genera una gran zona donde poder combinar los diferentes talleres y hacerlos, o bien simultáneos o bien subdivididos por paneles móviles. Se separa las zonas de maquinaria y técnica para ser utilizada de manera más controlada.
En la primera planta se concentra toda la parte administrativa que facilitará el trabajo y la cooperación necesaria entre las distintas áreas. Se crean también zonas de reuniones versátiles para acoger distintos eventos.
En la última planta se sitúa la residencia de los hermanos, con separación entre zona de día y noche para favorecer la convivencia.
Las diferentes funciones quedan reflejadas en el exterior a través de los huecos de ventana, acorde a cada actividad.
Su envolvente se realiza con ladrillo, resistente y de bajo mantenimiento, mortero monocapa del color azul y rompiéndolo una chimenea en chapa naranja como guiño al logotipo de la Fundación.